01 noviembre 2009

A VECES LA RENUNCIA



A veces la renuncia nos libera
y es cura de la herida
que crónica se empeña en no cerrarse.
Es el agua bendita
que purga los pecados del despecho.
Es oxígeno puro
para evitar el mal de las alturas.
Un silencio comprado en el mercado
de la necesidad de subsistencia.
Una bandera blanca en la batalla
de días congelados.

A veces la renuncia, es tan solo...
mirar tras los cristales.


Luisa Arellano

33 comentarios:

Nancy dijo...

Luisa querida, no sé si es porque estoy pasando por una nueva etapa en mi vida, o si es la magia que siempre traen tus palabras. Estos versos tuyos me han llegado como gotitas de rocío en la mañana.
Tan simples, tan sabias, tan hermosas.
Apapachos

Jesús Arroyo dijo...

¿Cómo estamos, Luisa?
Esa renuncia que se esconde tras la ventana, ese pensamiento siempre existente.
Besos.

Laura Gómez Recas dijo...

"...una bandera blanca..."

Me parece un poema de impacto. De esos que lees y provocan una sacudida dentro de uno.

Besos.
Laura

Angeles Fernangómez dijo...

Ay, esa ventanuca, Luisa, también es la pasión verde.
Besotes

MarianGardi dijo...

Tan sutil y suave como el vuelo de una golondrina.
Gracias Luisa
Un fuerte abrazo y siempre en el pensamiento

Ricardo Miñana dijo...

Hola Luisa, me quedo con a veces la renundia es la mirada a traves de los cristales,
un placer leerte

Feliz semana
un beso
RMC

María Socorro Luis dijo...

Tu poema tan sabio, tan sensato, tan de calidad... Y tan bellamente expresado.

Me emociona siempre leerte.

Mil besos. Soco

Anónimo dijo...

que tema tan extraño este de la renuncia, a veces abierta a veces a veces cerrada como tu ventana.
un bello poema Luisa :-)
saludos fuertes desde Barcelona!
beats

Abilio Estefanía dijo...

Hola Luisa, tras los cristales se está bien en los días grises de invierno, cuando se ven las gotas de lluvia golpear suavemente en el vidrio de la ventana y se siente esa nostalgia propia del tiempo.

Lo demás siempre por delante de la ventana, sintiendo el aire en el rostro, despejando la mente y el espiritu.

Un besazo

Marian Raméntol dijo...

Y mirando tras los cristales, apareces espléndida, créeme, renunciante o no, sigues brillando.

Un besote
Marian

Elena dijo...

Después de leer algo así te quedas sin palabras...
"te quedas tras los cristales" Quien no sintió alguna vez que se quedaba tras los cristales"
Preciosa!!! gracias por compartirla

MiLaGroS dijo...

Luisa ¡ Que fantástica eres!. Me encantan los dos últimos versos. Me parece que lo dicen todo. Que gran poeta eres. Un beso

Antonio del Camino dijo...

Luisa:

a mí me parece un excelente poema, cargado de sabiduría, poder de sugerencia y rotundidad, al mismo
tiempo.

Sin embargo (perdóneseme), obsesivo como soy con la cuestión del ritmo, veo algún matiz, a mi juicio, mejorable, dado que el grueso del poema combina versos heptasílabos y endecasílabos, con las excepciones del tercer/cuarto verso (fundidos en uno solo, un endecasílabo perfecto); "de las necesidades de subsistencia" (12 sílabas; en singular, por ejemplo: 11); "de los días congelados" (8) y "A veces la renuncia es tan solo" (10 sílabas, dada la sinalefa renuncia+es)

En definitiva, pequeños detalles de fácil solución que, acaso, indiquen que el poema aún está en proceso de cocción y se le ha dado vuelo con cierta premura, como nos pasa en más de una ocasión a más de uno (al menos, a "uno"; o sea, a mí).


En cualquier caso, reitero, excelente poema.

Un abrazo.

M. Angel dijo...

Luisa Arellano, placer saludarte, y deleite leer tu poesía.
La renuncia momentanea, es la forma de prepararse para volver en el momento oportuno.

Abrazo

silvia zappia dijo...

a veces
la renuncia
hace
que
soltemos
lo que nos
pesa.

Golpea tu poema, imagino la mirada tras los cristales.

Mil besos!

Emilio dijo...

Excelente renuncia, Luisa, muchos y bellos pensamientos expresados en un poema tan breve.

Un fuerte abrazo.

Alhucema dijo...

La resignación también...

Ya sabes, puedes envíarme más poemas cuando quieras. Todo lo que escribes me gusta.
Un beso.

carmen jiménez dijo...

Tu poesía está llena de reflexión. Una reflexión que duele menos haciendo que rime con la vida, con la verdad desnuda. Una poesía que se debate entre la valentía y la cobardía que implica siempre la renuncia. Y que cuando saca la bandera rendida, no sabe si ese aire puro se asfixiará tras los cristales algun día.
Un bellísimo poema.
Mis felicitaciones.
Un beso.

Poseidón dijo...

Hola lUISA,

el poema buenisimo, dice mucho sobre lo que vivimos o podemos vivir en nuestras vidas .. ( con esta crisis esta de moda esa renuncia?)

Sensatez y justa medida para remediar cuando ya más nada se puede esperar!

Ese abandono voluntario es una liberación,
bonita lección amiga.

Me quedo con los versos siguientes:

"A veces la renuncia nos libera
y es cura de la herida

A veces la renuncia, es tan solo...
mirar tras los cristales."

Besos, bisous de un extremeño de FRANCIA

ybris dijo...

Cuando el deseo esclaviza, la renuncia libera.
Pasa con algunos deseos.
Es la tregua conseguida mirando simplemente tras los cristales que nos separan de lo inalcanzable.

Besos

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Tu poesía tiene la solidez y la frescura de un àrbol cuyas hojas siempre están verdes...un beso de azpeitia

Alicia Abatilli dijo...

Para mí tu poesía es brisa fresca, es la rebeldía que descubre un nuevo amanecer agobiado por la rutina.
Gracias por ella.
Un abrazo.
Alicia

© José A. Socorro-Noray dijo...

Exquisito poema. Tienes el don de confirmar siempre con rotundidad y belleza el refrán castellano "Lo bueno si breve, dos veces bueno".


Quizás la renuncia libere,
tal vez la herida cierre,
quizás podamos ver
tras los ventanales...

un cuerpo lleno de cicatrices.


Un beso

EL BUSCADOR DE ... dijo...

... ite más: para volar hay que renunciar a todo lo que se pueda medir o pesar.
Me gusta este sitio. Saludos.

Antón Abad dijo...

A veces, la renuncia es aceptar.

Narci M. Ventanas dijo...

Me llegan tus versos como rocio de la mañana, empapando el espíritu y despsertando los sentidos. Con la mirada alerta observo tras los cristales, y renuncio a los sonidos que me distraen de mi empeño.

Precioso
Besos

Anónimo dijo...

Muy bonito poema Luisa.
Un abrazo

GEORGIA dijo...

Agua bendita tus letras para mis ojos...

te abrazo

Caminante dijo...

¡QUÉ BONITO!... UNA CUESTIÓN DE SUBSISTENCIA...

Besos desde Madrid: PAQUITA

Mi primo Pedro, que nació y vivió un tiempo en Navalmoral de la Mata, de donde era su madre se llama ¡por si localizas la familia poeta! Bernal Álvarez

Ana Villalobos Carballo dijo...

Este poema llega como brisa fresca cargado de pensamientos ciertos y profundos. Un poema que produce una gran sacudida. Un gran placer, Luisa, volver a leerte.

Un beso que te llegue al corazón

ana

cristal00k dijo...

La renuncia, es muchas cosas, valentía para seguir en el camino y sobre todo, el principio del fin...
Besos sabia.

Luisa Arellano dijo...

Agradezco a todos los que habéis llegado hasta la sombras de estas encinas vuestro paso, cordialidad y deferencia por deteneros y dejar vuestro mensaje de apoyo y cariño.

Me enorgullece teneros como amigos y lectores.

Abrazos y besos.

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA dijo...

Y creo que la renuncia es una forma sana de "dejar atrás" el peso que no nos deja movernos "hacia adelante"

Un abrazo y un gusto volver después de tanto tiempo