Las esperas nos pueden
y más si están cerradas con candados
y se meten adentro y se aposentan
sin pedirte permiso.
Hay esperas
que son tan infinitas como números
y que nos vuelven frágiles
como niños de teta,
detrás caben todos los sinsabores
y todas las bonanzas,
y nosotros
tan lerdos
tan minúsculos
nos dejamos ahorcar por el enigma.
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Luisa Arellano
9 comentarios:
Hermoso poema, Luisa. Se ve que la inspiración sigue contigo. He leido los anteriores poemas y todos tienen tu sello: originalidad y fuerza.
Marco, una maravilla.
Besos para todos.
Genial, Luisa, cómo me gusta espiarte desde un rinconcito y verte tan plena, tan bella.
Mi abrazo, princesa.
MArian
Las esperas, aunque las ahogue el enigma y muchas veces las consuma la desolación, acostumbran a estar preñadas de esperanza.
Un beso y muchas gracias por "descubrirme".
Me alegra tener aquí a un gran poeta y amigo.
Te sigo
Besos
A veces es precisamente ese enigma que nos ahorca el que nos hace vivir al despertar nuestra curiosidad, la esperanza en descubrir su secreto.
Besos y te vuelvo a felicitar por tu impecable y estupenda poesía.
Besos
¿Así que espiandome, eh? ... espía, espía... que me encanta tenerte cerquita.
Muackkk
Pues si que ha sido un gustazo tropezar contigo, Cristal. Voy a enlazar tu blog para así "tenerte controlada" jejejejeje.
Encantada, de verdad.
Tú si que lo haces bien, "condená" que me tienes asustadita con las cosas que has aprendido. Yo estoy estudiando como una loca para ver si te pillo! :)
Un achuchón, guapa!
El enigma es un Misterio y como cualquiera de ellos hace de imán.
Un fuerte abrazo amiguina
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