Imagen tomada de Google.
El año se deslizaba pesaroso sin cambios significativos que hicieran vislumbrar la recuperación de la normalidad, que su vida había perdido desde hacía unos meses. Le ayudaron a vestirse pero se siguió viendo desnudo, infeliz tasajo de la vida en su cuerpo cárcel y entonces se decidió. Cuando estuvo solo, aguantó la respiración y enseguida un aroma de claveles y margaritas inundó la sala.
Al rato lo encontraron muerto, sonriente y abrazado a las cortinas con estampado de flores que la brisa movía en aquella soleada mañana de abril.
Luisa Arellano.
22 comentarios:
Uf... cómo deja el relato, Luisa: en un primer momento, "aplanao"; después, tras recobrar la respiración, se respira esa brisa que mueve las cortinas. Y todo es luz: la misma que transmiten tus palabras. Hay mucha fuerza, al tiempo que contención, en este texto.
Un abrazo.
Siempre son deseables las cortinas de flores a las que uno se pueda abrazar...
Llegaste presto a dejarme tus palabras y hay palabras que también son cortinas de flores movidas por la brisa.
Gracias, Antonio.
Insumisión y voluntad, unidas, pueden mover moentañas o transportarnos a los jardines del paraiso en un respiro o en la asuencia del mismo.
Profundo micro, casi narra toda una vida y una muerte en tan poquitas líneas.
besos
Al fin y al cabo, Narci... ¿qué es la vida, mas que un brevísimo resumen...?
Hola Luisa, drmático final, pero al fin y al cabo como la vida misma.
Lo bueno es tener donde agarrarse. Si son cortinas con flores mejor que un clavo ardiendo.
Besos
Terrible, real y excelententemente metafórico, querida luisa.
Felicidades. Besos. María
Y por fin fue libre...
profundo relato, ya hacía tiempo que no me pasaba por aquí.
Saludos Luisa
Luisa Arellano, placer saludarte y leer siempre tus lindos escritos.
Se abanican las cortinas y se agita el corazón ante las palabras que transmites.
Abrazo
M. Ángel
En estos días de duelo por la marcha de alguien que no quiso irse, tu relato me conmueve más que nunca y me hace pensar mucho.
Un abrazo, Luisa.
Probablemente él ya había muerto antes sin saberlo.
Muy bonito, Luisa (como siempre) este breve relato; siempre me dejas según voy leyendo con esas ganas de ver cómo termina el asunto, cuál será la sorpresa, el desenlace que nos tienes preparado.
Abrazos.
Hola Luisa.
Sí, se dejó llevar por unas flores que no eran, como posiblemente su vida.
Muy bueno.
Alicia
Describes tantas cosas sin necesidad de decir mucho..
Es un lujo leerte paisana.
Cuídate y sonríe que la vida te sonreirá también,te deseo lo mejor.
Besos
Joer Luisa entre el relato y el nuevo look,crei que me habia equivocado..
dejarse llevar...al menos tuvo unas cortinas de flores para agarrarse, hay quien ni eso...
De todos modos, un viernes tarde leer esto, anda, anda....me has dejado semi k.o.
... Y las flores cobraron vida, para perfumar un alma que alcanzó la libertad...
Abrazo emocionado
Que impactante, que sugerente y que bello. Eres única Luisa. No me extraña que te copien ajjajaja. Muchos besos
Luisa
Muy bello tu relato, lleno de simbolismo.
Me encanta "las cortinas con estampado de flores que la brisa movía..."
Es un placer leerte.
Besitos
tal vez atravesó el espejo...el de sí mismo.
oscuro y bello.
besos,Luisa*
Si, Abi, lo importante es encontrar la salida... a lo que sea.
Abrazos.
Tu lectura y comentario me gratifican, María.
Besos
Encantada con tu visita, José.
No te olvido.
Manuel Ángel, el placer es mío por tenerte aquí.
Abrazos.
De lo mejor que te he leído, niña. Y eso es decir mucho...
Besossssssss
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