Estábamos allí
y bajamos por la senda perversa
que nos llevaba, fijo,
hacia ninguna parte
bebimos y aplacamos la sed
aquella sed eterna
de los deshilachados
Acabamos al filo
huyendo del mañana y su inquietud
y de la noche y sus oscuridades,
soñando solo ser
una palabra, un verso,
un poema de amor
i
n
c
o
m
p
r
e
n
d
i
d
o
L. Arellano
30/10/16
3 comentarios:
Me gusta como escribes Los giros de tus letras
Me gusta haberte descubierto
Un abrazo
Muchas gracias, por leer y por decírmelo. Un abrazo de bienvenida.
Precioso: Como una bandera al viento
Con besos
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